Encontrado.

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Encontré este texto buscando en archivos de la pc vieja, está bueno, y no creo que sea mío, pero lo googlee y no lo encontré, si alguien (bah, vos, que sos la unica persona que lee mi blog) sabe (sabés) de donde lo saqué, avisen, asi pongo fuente.


Veamos ahora lo que pasa del otro lado del mostrador. Cuando el arrogante, el agrandado, el que se las sabe todas, no es quien atiende el negocio, sino el cliente que va a hacer una compra. En este caso, al no haber atendido jamás un negocio en mi vida, dificilmente pueda hablar desde la experiencia... pero no importa, veamos qué sale.
El hombre entra al negocio, dispuesto a comprar lo que sabe que necesita, pero se encuentra siempre con aquél empleado nuevo, que lo único que te puede decir con seguridad es si va a llover o no, y eso es porque leyó el diario antes de salir de casa. En este caso, la pobre criaturita de Dios que aguarda tras el mostrador, se pone nervioso, porque quiere satisfacer a su cliente, pero su corta experiencia en el rubro aún no le dió los conocimientos necesarios como para saber ubicar con exactitud dónde es que se encuentra el "tensionador milimétrico de tres capas WV200,3". Agarra el catálogo, se fija bajo la T, y, por supuesto, encuentra todo tipo de tensionador, excepto el que el cliente quiere... luego de 20 minutos de minuciosa búsqueda, el futuro comprador señala por encima del hombro del muchacho y dice "Eso es lo que estoy buscando"... flaco, si ya lo viste antes, por qué tenés que hacer sufrir al pobre pibe buscando hasta el infinito?
Por el contrario, y acercándome más a los casos que maneja mi querida amiga, cuyo nombre, por cuestiones de seguridad, voy a obviar; tenemos al cliente que no sabe nada, pero nada posta, eh... entra a una carnicería diciendo "Hola, quiero carne". Menos mal, al menos le pegó al lugar indicado, mirá si decía lo mismo en un consultorio ginecológico...
El vendedor se le acerca con su mejor cara de "Cagamos, me tocó un idiota, pero debe tener papota, así que tratémoslo bien"...

Vendedor: Buen día, caballero. ¿Qué clase de carne desea?
Cliente: Para comer.
Vendedor: (inserte aquí reacción típica ante semejante respuesta) Sí, pero de qué tipo? ¿De cerdo, vacuna?
Cliente: No, vacuna no, odio las agujas (agarra un pastel y se lo estrola en la cara)
Vendedor: (cara de "Dios mío") ¿Entonces quiere carne de cerdo?
Cliente: No, quiero hacer un asado.
Vendedor: Ah, bueno, entonces lo que va a necesitar es una tira de asado, vacío, riñones, molleja...
Cliente: Sí, envolvelo para regalo y ponele "Con amor".
Vendedor: Señor, no somos un Todo por $2. ¿Cuántos kilos va a querer de cada cosa?
Cliente: Y... ¿Cuánto voy a comer?
Vendedor: ¡¡¡Y yo qué sé, pelot... ehhh... no sabría decirle, señor, depende de cuánta gente sea.
Cliente: Yo soy uno solo, y creo que cada uno de mis invitados también lo es. Excepto Paco y Pedro, el de la doble personalidad.
Vendedor: Señor, llévese estas habichuelas mágicas y listo.
Cliente: ¿Con esto alimento a todo el mundo?
Vendedor: Sí, le dije que son mágicas, adiós.

No quiero usar el término "darle la razón como a los locos", pero con estos tipos la única forma de no perder la paciencia es... bueno... aceptando sus argumentos sin darle mayor importancia, a la manera de si con una persona no cuerda se estuviera tratando.



Cerca de mi casa hay varios negocios, kioscos, panaderías, almacenes y hay una ferretería…
Ahora... ¿Qué ocurre con esta ferretería? Bueno, tenemos tres personas que la atienden; como desconozco sus nombres, digamos que se llaman Ignacio Pedro Cornuchi, Sergio Ramón Visnelli y Teresa Carola Perruti. Ignacio y Sergio son dos personas amables, que con rapidez y eficiencia, te entregan el producto deseado, cobrándote por el mismo lo que su lista de precios le indica.
Teresa no. Teresa es una mierda. Si vos vas a la ferretería a comprar un pendorcho para la luz, no vale usar el nombre técnico "pendorcho para la luz", Teresa no te lo acepta. Tenés que decirle "Interruptor IO34 de dos bocas, con saliente interliminal adaptable a la norma Aleandro de residencias térmicas", de otra manera, aún sabiendo que eso en la jerga se conoce como "pendorcho para la luz", no te lo va a vender. Teresa sabe mucho de ferretería y electricidad, pero es muy arrogante.
El otro día voy con la intención de comprar lo que, luego me enteraría, se llama "multiplexor de cable coaxil de dos bocas":

Entro a la ferretería deseando que Teresa haya muerto en una avalancha durante sus tardes de yodelin.
Ignacio: Hola, ¿En qué te puedo ayudar?
Yo: (respiro aliviado) Sí, quería...
Ignacio: Disculpame, me llaman, te dejo con Teresa.
(tiemblo un poco, me toco un huevo por las dudas)
Teresa: Sí, qué querías?
Yo: Bueno, eh... necesitaba... un cusifai de esos que se usan para el cable de televisión, viste? Esos que vos le metés un cable y salen dos, onda para conectarla a dos teles y robarme señal...
Teresa: (pone cara de "Sí, ya sé qué querés, dónde encontrarlo, y a qué precio está, pero vamos a divertirnos") No, no te entiendo bien. ¿Qué necesitás?
Yo: (nervioso) Claro, es una cosa así (lo dibujo con la mano) que vos le metés un cable y zuuum, salen dos, cada cual para su lado... o sea (poniendo mi mejor cara de "Te uso palabras complicadas a ver si le pego al nombre técnico"), un bifurcador de señal coaxial.
Teresa: (me mira, pone cara de "Qué hijue...") Ah, creo saber a qué te referís. Vos querés un multiplexor.
Yo: (cara de "Me acabas de enunciar la teoría de la relatividad entera, pero yo en realidad estaba pensando en cómo sería el hijo de Marley con Papá Pitufo"). Ehh, me lo podrías mostrar?
Teresa: Sí, mirá (agarra el cusifai y me lo muestra)
Yo: (cara de aspirineta) ¡Sí! ¡Eso es lo que necesito!
Teresa: ¿Y por qué no me dijiste directamente que querías un multiplexor?

A esto me refiero... gente idiota que cree que porque ella labura en un negocio sobre un tema, todos debemos dominar dicho tema al ingresar al recinto. ¿Pero por qué no te vas a la mierda Teresa? La próxima sólo te voy a decir "Dame un chirimbolito", y te fajo si no me entendés...

(esto es muy bueno para ser mío :P)

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Dale, puteame, yo se que vos querés, picarón